Josué Mercado
Director FinancieroEl día martes 30 de junio, Héctor Mercado, presidente de la Cámara de Transporte Pesado Nacional e Internacional, determinó un bloqueo indefinido de carreteras que comenzó el día 31 de julio, cortando así las carreteras que conectan el país, esto debido a la desatendida demanda de diésel y dólares. La Confederación Sindical de Choferes de Bolivia, dirigida por Lucio Gómez, ratificó que se uniría a la medida el jueves 1 de agosto.
Es importante comprender el contexto, y es que el diésel que utiliza el sector transportista es subsidiado por el Estado boliviano, este es vendido a precio preferencial dentro del país, el precio más bajo de todo Latinoamérica, lo mismo con la gasolina. El sustento prolongado de esta política está empezando a causar efectos adversos, debido a que el gobierno importa en dólares los combustibles fósiles, y estos se han empezado a agotar.
Sin dólares no podemos importar ningún tipo de producto, es por ello que cada vez el gobierno importa menos y de menor calidad; la escasez de dólares se traduce en escasez de combustible; y al final todo esto va ocasionando en conjunto un incremento en el precio de los productos.
Ante este gran problema económico que tiene el país, el sector transportista se ha visto desabastecido y sin operaciones regulares, y necesitan de una solución urgente provista por el gobierno central que es el único que puede importar diésel. Y ahora, debido a la inoperancia de este, como no fueron atendidas las demandas del sector, estos se encuentran manifestándose a la típica manera del boliviano, con bloqueos de carreteras.
Tanto las bases del movimiento al socialismo, como los movimientos cívicos de oposición y ahora el sector transportista, utilizan la vía del bloqueo como forma de manifestación pacífica, debido a que es una buena manera de generar presión al gobierno. Sin embargo, esta tiene efectos sumamente nocivos para nuestra economía.
Además, importante mencionar, que también se ha dado un plazo de 72 horas para que se resuelva el desabastecimiento, caso contrario, se pedirá el adelantamiento de las elecciones presidenciales.
No es novedad que en los últimos años ha habido una fuerte disconformidad por las políticas adoptadas del gobierno, ni de las circunstancias en las cuales estamos viviendo. El bloqueo ya es parte de la vida del boliviano, se puede pensar que esto se ha vuelto algo cultural. Esta medida, que debería ser utilizada en casos de urgencia, se ha transformado en lo cotidiano.
¿Tenemos esperanzas de que el panorama general de la economía boliviana mejore? ¿Es el bloqueo la mejor vía de manifestación pacífica? ¿Qué otra alternativa tiene la sociedad civil para hacer escuchar sus derechos y demandas? ¿Se solucionarían los problemas con la eliminación del subsidio de los hidrocarburos? En caso afirmativo de la eliminación de subsidios ¿Está el país listo para enfrentar una subida de los precios del combustible? ¿De qué manera podríamos reducir el impacto de la eliminación de subsidios sobre los sectores más vulnerables? Si bien la protesta es un derecho ¿Los bloqueos de carreteras se los puede considerar un medio de manifestación o deberían ser un atentado contra la economía e ilegalizarse?
Josué Mercado
Director Financiero