Lucia Suarez
Miembro Activo
El nacionalismo es una ideología que exalta los valores, la cultura, la historia y los intereses de una nación. En Bolivia, esta corriente adquirió fuerza a partir de la Revolución Nacional de 1952, liderada por el Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR). Desde entonces, el nacionalismo ha estado presente como base ideológica en diversos gobiernos, tanto democráticos como dictatoriales.
A partir del año 2006, con la llegada al poder del Movimiento al Socialismo, el nacionalismo adquirió una nueva forma, vinculada al reconocimiento y valorización de los pueblos originarios. Esta etapa se caracteriza por un nacionalismo de corte indigenista, que incorpora elementos del socialismo
Una de las características más importantes del nacionalismo fue el fortalecimiento del sentido de pertenencia y orgullo nacional. El nacionalismo, en sus distintas expresiones, ha permitido a los ciudadanos reconocerse como parte de una misma nación, más allá de sus diferencias étnicas, regionales o sociales. Este sentimiento de unidad ha sido clave para sostener procesos de transformación política y social.
En la versión del MAS, su nacionalismo incorporo el reconocimiento de diversidad cultural del país, nombrando naciones a los pueblos originarios, es decir un estadoplurinacional. Integro elementos indígenas como la Wiphala, los idiomas originarios o las prácticas ancestrales en el discurso y los símbolos del Estado ha sido una forma de revalorizar lo que durante mucho tiempo fue “invisibilizado o discriminado.”
Otro aspecto relevante del nacionalismo ha sido su énfasis en la soberanía y el control de los recursos estratégicos del país. En distintas etapas históricas, el el nacionalismopromovió la nacionalización de sectores clave, como las minas en 1952 y los hidrocarburos en 2006. Estas medidas, más allá de sus resultados económicos, han sido percibidas como gestos de “autodeterminación y dignidad nacional.”
Aunque el nacionalismo suele presentarse como una ideología legítima de defensa de la soberanía y la identidad cultural, en la practica ha demostrado ser más un obstáculo que una herramienta de progreso
El nacionalismo parte de la premisa de que existe una sola identidad nacional que debe ser defendida y promovida. Esto ignora la complejidad y diversidad interna de países como Bolivia, donde conviven múltiples culturas, lenguas y formas de vida. En lugar de celebrar esa pluralidad, el nacionalismo tiende a imponer una narrativa que, inevitablemente, deja fuera a ciertos sectores sociales y culturales. Esto no solo es injusto, sino que profundiza las divisiones internas que tanto daño han causado históricamente.
Históricamente, el nacionalismo ha sido utilizado por gobiernos para concentrar poder y reprimir la disidencia. En Bolivia, tanto dictaduras militares como gobiernos democráticamente elegidos han recurrido al discurso nacionalista para legitimar su control del aparato estatal. Apelar al “interés de la patria” se ha convertido en un recurso frecuente para deslegitimar a la oposición, silenciar a los medios críticos o justificar medidas que vulneran derechos civiles y políticos.
El nacionalismo ha promovido un modelo donde el Estado asume un rol central como productor, distribuidor y regulador. Sin embargo, este enfoque ha generado empresas públicas ineficientes, con poca innovación, burocracia excesiva y escaso rendimiento. La economía boliviana, en lugar de abrirse a la competencia y a la eficiencia del mercado, se ha vuelto dependiente de un Estado qu, ha sido incapaz de gestionar con eficacia sectores clave como la minería o los los hidrocarburos
Finalmente, el supuesto poder del nacionalismo para “unir al pueblo” es, en muchos casos, una ilusión manipulada desde el poder. Lo que realmente genera es una cohesión artificial basada en enemigos inventados, el extranjero, el opositor, el diferente. Esta lógica de “nosotros contra ellos” debilita la democracia y alimenta conflictos internos, disfrazados de patriotismo. En lugar de construir una ciudadanía crítica y participativa, el nacionalismo apela a la obediencia emocional, anulando el pensamiento libre.
¿El nacionalismo en Bolivia ha sido una herramienta de liberación o una forma moderna de manipulación política?
¿El discurso nacionalista en Bolivia visibiliza a los pueblos indígenas o los utiliza políticamente?